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Informe CYD 2010. Informe anual sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo.
Informe CYD 2010. Informe anual sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo.
La Fundación CYD (Fundación Conocimiento y Desarrollo) acaba de presentar, por séptimo año consecutivo, su Informe anual sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo. En su Resumen Ejecutivo se contienen las conclusiones, que, de modo resumido, son las siguientes.
El impacto de la crisis en la universidad española: Se confirma una situación inédita para la universidad española como es la de tener que gestionar, en unas comunidades más que en otras, una reducción de las transferencias procedentes de la Administración pública y un aplazamiento de los planes de inversión previamente convenidos.
El impacto de la crisis en la universidad española, más allá de los aspectos financieros, se pone de manifiesto en los siguientes hechos:
La crisis, con su incidencia en el mercado laboral, parece que está influyendo en un aumento de las actividades de formación como elemento que se considera positivo para mejorar las posibilidades de empleo.
En el curso 2009-2010, mientras que la oferta de plazas permaneció estable, la demanda y la matrícula de nuevo ingreso se incrementaron, de forma que la ratio matricula/oferta creció en ese curso cuatro puntos –hasta el 91%– respecto al año anterior.
El impacto de la crisis se expresa con más intensidad en la inserción laboral de los titulados. Así, la tasa de paro alcanzó, en el año 2009, el 9% entre dichos titulados, cuatro puntos por encima del dato del 2007 y el doble que la media de la UE-27. Por otro lado, los graduados universitarios conseguían ganancias en torno a un 50% más elevadas que aquellos con estudios secundarios postobligatorios.
En el año 2009 la oferta de puestos de trabajo por parte de las empresas siguió disminuyendo en el Servicio Público de Empleo Estatal, mientras que la demanda por parte de los trabajadores continuó aumentando. La evolución fue más negativa para las ocupaciones de baja cualificación que para las de alta.
La crisis también se manifiesta, con claridad, en las actividades de investigación y transferencia. De esta manera se observa un impacto claramente negativo en el gasto de I+D total y, sobretodo, en el gasto de I+D empresarial. Además, cabe señalar que el volumen de publicaciones científicas para el conjunto español disminuyó un 3,3% respecto al año anterior y que, asimismo, la producción científica de la universidad española en revistas internacionales se redujo en un 4,9%. En contraste, y debido probablemente al efecto retardado que incorporan, vinculado a la progresiva consolidación de los grupos de investigación, cabe señalar que los únicos datos positivos en este campo son los correspondientes al número de solicitudes de patentes, a los contratos de licencia –que crecen tanto en número como en ingresos–, y al número de spin-offs con participación de la universidad.
La valoración otorgada por el panel de expertos a los diferentes aspectos que identifican la relación de la universidad con la economía y la sociedad se ha mantenido relativamente constante desde el año 2008.
En la encuesta que presentó la Fundación CYD en la primavera del año 2010 se pone de manifiesto que solo un 22% de las empresas encuestadas opinan que la universidad actúa como motor de desarrollo económico, frente a un 38% que considera que su papel ha sido nulo. A ello no es ajeno que entre un 38% y un 43% de las empresas desconocen que la universidad ofrece programas de formación a los que pueden acceder sus empleados, que la universidad ocupe el octavo lugar entre diez posibles entre los proveedores de formación para las empresas y que, en lo que se refiere a los proyectos de I+D, actividades de consultoría y soporte técnico, también un 38% de las empresas encuestadas afirmen que desconocían que la universidad ofrece estos servicios. Ello no es óbice para que, cuando se produce la colaboración entre universidad y empresa, la mayoría de éstas consideran satisfactoria o muy satisfactoria la relación mantenida.
•En consecuencia, la denominada tercera misión de la universidad parece ser más una apuesta de estas instituciones que han puesto en marcha una serie de iniciativas para el desarrollo de esta función (fundaciones, oficinas de transferencia de tecnología, centros de formación continua, parques científicos, plataformas tecnológicas…) que una demanda de las propias empresas.
-La internacionalización, un nuevo reto para la universidad española: La universidad española se encuentra hoy sometida, con mayor o menor intensidad, a un ajuste en sus disponibilidades presupuestarias y a tener que gestionar, de la mejor manera posible y tratando que no afecte al nivel alcanzado, aquellos aspectos que como consecuencia de la crisis pueden afectar a la actividad universitaria. La importancia revalorizada de los instrumentos para facilitar la inserción laboral de sus titulados, la necesidad de hacer frente a la reducción de los convenios de transferencia de tecnología de las empresas y la coincidencia en el tiempo de dedicar esfuerzos a la todavía necesaria adaptación al EEES, constituyen algunos de los retos que no pueden ser soslayados por los equipos de gobierno de las universidades españolas. Sin embargo, las universidades españolas no han dejado de atender a los retos que se derivan de una competencia creciente entre las universidades a nivel internacional y, como consecuencia de ello, a procesos de internacionalización que están teniendo una importancia impensable hace pocos años.
Uno de los aspectos que está adquiriendo una importancia creciente es el relacionado con el aumento de los estudiantes internacionales. Los últimos datos proporcionados por la UNESCO indican que en el año 2009 se ha alcanzado un número de 3,4 millones de estudiantes de estas características, con un crecimiento superior al 75% desde el año 2000.
La internacionalización de las instituciones de enseñanza superior no se reduce, sin embargo, a los estudiantes, también es creciente la internacionalización del profesorado universitario y de la investigación.
Por todo ello, gestionar la universidad española en estos momentos no es fácil. Hacer frente a los retos internos y externos que se han señalado, en un momento de limitaciones presupuestarias, constituye una situación, sin precedentes, para los equipos de gobierno de las universidades.
-Hacia una mayor eficiencia de las universidades españolas: Existen tres problemas de ineficiencia centrales:
- 1) Exceso de recursos asignados a la oferta de prestación de servicios de enseñanza superior con demanda insuficiente. En la actualidad más del 42% de las enseñanzas de las universidades públicas tienen menos de 50 alumnos en el ingreso, con las consecuencias de sobrecoste unitario que ello supone.
- 2) Adaptación insuficiente de las titulaciones de grado al patrón de intensidad docente del Espacio Europeo de Educación Superior. Dicha insuficiente adaptación supone que la media europea presente una ratio de 6 profesores por 100 alumnos mientras que la del conjunto de las universidades públicas presenciales españolas es de 8 profesores por 100 alumnos.
- 3) Insuficiente actividad de I+D+i por parte de los recursos de capital humano con capacidad investigadora. En este sentido se señala que en el conjunto de las universidades públicas, más del 24% de la plantilla de PDI con capacidad investigadora, todos ellos funcionarios, no producen resultados científicos que hayan podido ser evaluados y reconocidos con la consiguiente ineficiente utilización de los recursos que supone.
Lo anterior permite concluir que el sistema universitario público español dispone de un volumen de recursos equiparable al de otros sistemas universitarios, pero que, al existir graves problemas en la correcta utilización de dichos recursos, los resultados se distancian enormemente de los que se obtienen en los sistemas universitarios de los países del entorno competitivo de referencia.
La reforma motivada por el proceso de Bolonia, que persigue un cambio en la metodología de aprendizaje para mejorar las competencias que adquieren los graduados, puede tener el riesgo de devenir una mejora puramente formal con pocas consecuencias sobre el objetivo de mejorar las competencias.
Dos son los aspectos que ayudas a explicar las dificultades en las que se encuentra la reforma del modelo educativo de la universidad española. El primero es la estructura del profesorado. Así, mientras la creación de plazas de profesorado está estrechamente ligada a las obligaciones docentes, el progreso en la carrera académica está ligado a los méritos investigadores. En segundo lugar, cabe señalar la importancia del carácter funcionarial del profesorado que le permite cumplir, o no, con discrecionalidad, cualquier objetivo de la institución. El segundo aspecto va asociado a la gobernanza. La falta de liderazgo de las universidades españolas y las grandes dificultades que supone su gestión complican excesivamente cualquier proceso de reforma, como el que es necesario en este momento. Las reformas legislativas más recientes no han aportado nada sustancial en este sentido. En definitiva, el carácter colegial, corporativo y amateur que impregnan tanto el gobierno como el diseño y la operatividad de las diferentes áreas de gestión universitaria, constituyen un serio handicap para abordar la resolución de las deficiencias señaladas.
-Más transparencia y rendición de cuentas: A todo lo anterior debe añadirse una demanda creciente de transparencia y rendición de cuentas. Por un lado, porque es la única garantía para poder aplicar las medidas necesarias, con la aceptación mínima necesaria entre los miembros que forman parte del colectivo universitario. Por otro lado, porque da credibilidad a la gestión universitaria ante la Administración y ante la sociedad en general.
La Fundación CYD ha desarrollado a partir de la información disponible un sistema de información organizado a partir de 20 indicadores para cada una de las universidades públicas presenciales españolas: 4 que aproximan la capacidad de atracción de nuevos estudiantes, 8 para evaluar la calidad docente, 2 que aproximan la calidad del doctorado y los 6 últimos, para la calidad investigadora.
En esta edición, los principales resultados que se han obtenido son los siguientes:
En el índice compuesto que aproxima la capacidad de atracción de nuevos estudiantes destacan como líderes las universidades Pompeu Fabra, de Granada, de Burgos, Politècnica de Catalunya y la Universidad de Sevilla.
•Para aproximar la calidad docente en primer y segundo ciclo, el índice compuesto resultante muestra que las universidades líderes en 2008-2009 fueron, por este orden, la Universitat Pompeu Fabra, la de Zaragoza, de Lleida, Pública de Navarra y de Cantabria.
En el aspecto relativo a la calidad en el doctorado destacaron en el curso 2008-2009, como líderes, según los datos del índice compuesto, las universidades Politècnica de Catalunya, de Barcelona, de León, Complutense de Madrid y de Extremadura.
Finalmente, en el caso de la calidad investigadora, el ránking del índice compuesto está encabezado por las universidades Autónoma de Madrid, Autònoma de Barcelona, de Santiago de Compostela, de Barcelona y Pompeu Fabra.
Nuevos instrumentos para una nueva universidad: Todo ello nos lleva a concluir que el impacto de la crisis y las limitaciones presupuestarias que ha comportado para el sistema universitario español no ha hecho más que, por un lado, poner de manifiesto aspectos que han tomado un papel más relevante como consecuencia de dicha situación (facilitar la inserción laboral de los estudiantes y hacer frente a las limitaciones de la actividad de I+D con recursos públicos). Y, por otro lado, hace ahora, también, más imprescindible la actuación sobre las bolsas de ineficiencia para, de esta manera, poder disponer de los recursos de una manera más eficaz.
A todo ello hay que añadir los retos vinculados a la internacionalización, a la mayor competencia internacional y a la búsqueda de la excelencia, y para ello la transparencia de los resultados obtenidos constituye una condición indiscutible.
Extracto del índice del Informe:
RESUMEN EJECUTIVO
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1. La universidad en España: oferta y demanda universitaria
CAPÍTULO 2. Análisis económico del sistema universitario español
CAPÍTULO 3. Graduados universitarios y mercado de trabajo
CAPÍTULO 4. Investigación, cultura emprendedora y empresa
CAPÍTULO 5. El papel de la universidad en España. Barómetro de situación
CAPÍTULO 6. Ránkings universitarios
MONOGRAFÍA: Formando en competencias: ¿un nuevo paradigma?
Anexo 1: La regulación de la universidad en el Estado autonómico, 2010
Anexo 2: La universidad y la empresa españolas