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- 23/12/2024
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- 23/12/2024
- 20/12/2024
"Es necesaria una armonización real" de la política de asilo de la Unión Europea.
"Es necesaria una armonización real" de la política de asilo de la Unión Europea.
Vivir 10 ó 20 años con restricciones de movimiento, con recursos muy limitados, sin acceso a la educación secundaria... genera un elevado nivel de sufrimiento"
"La comunidad internacional no tiene una estrategia, ni instrumentos para dar una respuesta adecuada a las nuevas tendencias del desplazamiento forzoso"
Afganistán, Pakistán, Sudán o la República Democrática del Congo son algunos de los lugares del mundo en los que la violencia y factores como el cambio climático, o la escasez de agua y alimentos, fuerzan a cada vez más gente a abandonar sus hogares.
El Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados, el portugués António Guterres, intervino el 28 de abril en la reunión de la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo. Interrogado a cerca de la evolucion de la realidad de los refugiados durante los cinco años que lleva en el cargo, nos dejo el siguiente testimonio:
"Al principio fui testigo de un descenso constante, cada año, del número de refugiados; pero en los últimos dos años, la persistencia de conflictos y el hecho de que la inseguridad esté volviendo a áreas en las que ya se había establecido la paz, están estabilizando, o incluso provocando un ligero aumento, en el número de refugiados y desplazados.
Desafortunadamente, el año pasado descendió drásticamente el número de personas que ayudamos a volver a casa por su propia voluntad, con seguridad y dignidad, sobre todo a causa de la situación en Afganistán, el sur de Sudán y la República Democrática del Congo.
La violencia y las persecuciones han arrancado de sus hogares a unos cuarenta millones de personas, y más de diez millones viven en campos de refugiados.
¿Cuáles son los efectos de un desplazamiento prolongado? ¿Hay una solución?
Se ha producido un significativo aumento en el número de oportunidades de reasentamiento desde países que actúan como primer centro de acogida a países del mundo desarrollado. Nosotros apoyamos firmemente esta posibilidad. Cada vez comprobamos que más países aceptan la integración local: Tanzania acaba de conceder la nacionalidad a otros 60.000 burundeses más.
Pero está descendiendo el número de personas que ayudamos a volver a casa por su propia voluntad, con seguridad y dignidad, y esto prolonga la situación de algunos de los refugiados y crea enormes problemas, sobre todo cuando la gente vive en campamentos. Vivir diez años, a veces veinte, con restricciones de movimiento, con recursos muy limitados, sin acceso a la educación secundaria... todo esto genera un nivel de sufrimiento que debería presionar a la comunidad internacional para la búsqueda de más soluciones.
En momentos de dificultades económicas, la actitud de la gente se endurece. Al mismo tiempo, cada vez más personas se ven obligadas a emigrar debido a conflictos y al cambio climático... ¿qué supone todo esto para la protección de los refugiados?
En mi opinión, hay una tendencia en la que las actitudes hacia la migración en general se vuelven más negativas durante periodos de crisis económica. Suele haber dos chivos expiatorios, los gobiernos o los extranjeros. Incluso si una cosa es un gancho económico, y otra alguien que necesita y tiene derecho a protección internacional de acuerdo a las leyes internacionales, la verdad es que esta actitud negativa también se traduce en una reducción del espacio de asilo, y eso nos preocupa mucho.
Al mismo tiempo, asistimos a nuevos patrones de desplazamiento forzoso. Un refugiado es alguien que huye de un país a otro por miedo bien fundado a la persecución o al conflicto. Ahora hay cada vez más situaciones en las que la gente se ve obligada a huir por la degradación medioambiental, o causa de la pobreza extrema.
Estos factores están cada vez más interrelacionados, y la comunidad internacional no tiene una estrategia, ni instrumentos para dar una respuesta adecuada a las nuevas tendencias del desplazamiento forzoso. Pero espero que el año que viene, con el aniversario de la convención de los refugiados de 1951, podremos actuar como catalizador de un debate profundo sobre estos nuevos retos mundiales.
El reparto de cargas y la solidaridad son objeto de acalorados debates incluso entre los Estados miembros de la Unión Europea. ¿Está Europa en su lugar en cuanto a protección internacional de refugiados?
Europa sigue realizando una importante contribución en relación al asilo, pero por desgracia, con el espacio único europeo sigue sin estar en marcha un único sistema de asilo. Lo estamos construyendo, pero muy despacio. Seguimos teniendo un mosaico de sistemas nacionales de asilo, completamente diferentes, lo que por supuesto crea enormes disfuncionalidades.
En mi opinión, esto es negativo para la protección de la gente y negativo para los intereses de la Unión Europea. Apoyamos con firmeza las cinco propuestas de la Comisión sobre condiciones de recepción, procedimientos... e instamos a los Estados miembros a reunirse y a entender que es necesaria una armonización real. Por supuesto, el reparto de cargas es un elemento importante."