Nuevo enfoque común en materia de inmigración.

La UE desea crear un sistema común de asilo, fortalecer los controles fronterizos, aumentar la supervisión dentro de su espacio sin fronteras y utilizar la política de inmigración para cubrir las carencias del mercado de trabajo.
Ayudar a los que llegan
Desde principios de año, la inestabilidad política ha empujado a 25.000 emigrantes del norte de África hacia las costas de la UE, con la mirada puesta en dos destinos principales: Italia y Malta.
La UE tiene la obligación moral de proporcionar un refugio seguro a los solicitantes de asilo legítimos. Por extensión, todos los países miembros están llamados a prestar ayuda ante las llegadas masivas que puedan llevar al límite la capacidad de acogida de los países de primera línea.
Sin embargo, la imagen de cientos de inmigrantes llegados en embarcaciones de fortuna no debe ocultar un hecho fundamental: la propia Europa es la primera interesada en adoptar un enfoque en materia de asilo e inmigración más estructurado, integral y a largo plazo.
En beneficio propio
Las cifras hablan por sí mismas: en 2007, los 235 millones de trabajadores que integraban la población activa europea financiaron con sus cotizaciones unos sistemas de pensiones y seguridad social sometidos ya a una enorme presión.
Si se mantienen los niveles de inmigración conocidos hasta la fecha, en 2060 nuestra población activa se habrá reducido en 50 millones de trabajadores. Sin la inmigración, tendremos 110 millones de trabajadores menos que en la actualidad para mantener el modelo social europeo.
En 2020, solo en el sector de la sanidad se podría sufrir una escasez de profesionales cuantificable en un millón de trabajadores. Los inmigrantes podrían cubrir algunas de esas vacantes y otros puestos disponibles.
Enfoque equilibrado 
En su nueva Comunicación en materia de inmigración , la Comisión establece diferencias entre los inmigrantes económicos que tratan de llegar a la UE de forma ilegal, los refugiados, los solicitantes de asilo y las personas desplazadas temporalmente que desean volver a sus países de origen. El documento recoge, entre otras, las siguientes propuestas:  

• adopción de un enfoque europeo común en materia de asilo a partir de 2012.
• refuerzo de los controles en las fronteras exteriores de la UE y supervisión del espacio sin fronteras de Schengen para combatir la delincuencia y la inmigración ilegal.
• recurso a la inmigración legal para cubrir las carencias futuras del mercado de trabajo.
• intercambio de información sobre la integración de los inmigrantes legales.
• planteamiento estratégico de las relaciones con los países ajenos a la UE con un doble objetivo: facilitar la inmigración legal y evitar los flujos irregulares. 

En 2010 la UE acogió a 5.000 refugiados (menos que los EE.UU. o Canadá).

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