Seguridad jurídica para los matrimonios transfronterizos: la propuesta de la Comisión Europea gana terreno.

Fecha: 28/05/2010
Comentario:

Seguridad jurídica para los matrimonios transfronterizos: la propuesta de la Comisión Europea gana terreno.

 

Alemania, Bélgica y Letonia se han unido a los nueve Estados miembros de la UE que piden una legislación capaz de aportar seguridad jurídica a los matrimonios internacionales que deseen divorciarse. Con arreglo a la propuesta de la Comisión Europea de 24 de marzo de 2010 (IP/10/347), los matrimonios podrán acordar qué legislación se aplicaría a su divorcio, incluso aunque no tengan previsto separarse. Esta medida responde a una petición formulada por nueve Estados miembros de la UE que deseaban seguir avanzando después de que una propuesta de la Comisión, presentada en 2006, quedase estancada en el Consejo. Esta nueva solución ayudará a las parejas con distintas nacionalidades, a las que viven por separado en países diferentes o a las que viven juntas en un país distinto a su país de origen. El objetivo es reducir el sufrimiento de los hijos y proteger a los cónyuges más débiles durante los procesos de divorcio. Sería la primera vez en la historia de la UE en la que se países miembros utilizan el denominado mecanismo de «cooperación reforzada». Conforme a los Tratados de la UE, la cooperación reforzada permite a nueve o más países avanzar en relación con una medida que es importante pero que ha sido bloqueada por una pequeña minoría de Estados miembros. Los demás países de la UE mantienen el derecho de incorporarse cuando lo estimen conveniente.
«Alemania, Bélgica y Letonia muestran que la puerta de la cooperación reforzada siempre está abierta. Con estos países sumando sus voces a la petición de una acción de la UE estamos impulsando una medida que se encontraba bloqueada. Somos testigos de un excelente ejemplo de cómo la UE puede avanzar y ayudar a los ciudadanos en un asunto importante para las familias» ha declarado la Vicepresidenta Viviane Reding, Comisaria Europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía. «Sin olvidar todas las implicaciones políticas, no perdamos de vista el asunto de fondo: las complicaciones legales pueden hacer muy difíciles las vidas de las familias. La primera preocupación de los políticos debería ser hacer cuanto esté en nuestra mano para ayudarles. Los ciudadanos de la UE deben contar con seguridad y capacidad de elección sobre la legislación que se aplicará a los acontecimientos importantes de sus vidas».
Estos tres nuevos participantes (Alemania, Bélgica y Letonia) se unirán a otros nueve Estados miembros (Austria, Bulgaria, Francia, Hungría, Italia, Luxemburgo, Rumanía, Eslovenia y España). Los países que deseen sumarse cuando se adopte la decisión del Consejo autorizando la cooperación reforzada podrán hacerlo en cualquier momento. Con arreglo al Tratado de Lisboa, los países que deseen participar deberán notificarlo al Consejo y a la Comisión.
Alemania, Bélgica y Letonia sumaron sus peticiones el mes pasado (Alemania el 15 de abril, Bélgica el 22 de abril y Letonia el 17 de mayo de 2010). Grecia, que en un principio había participado en este procedimiento de cooperación reforzada, se retiró posteriormente.
En el próximo Consejo de Justicia, que tendrá lugar el 4 de junio en Luxemburgo, los Ministros de Justicia de la UE intentarán llegar a un acuerdo político sobre la propuesta de la Comisión relativa a una decisión del Consejo que autorice a estos doce países a seguir avanzando en virtud de la cooperación reforzada. También será necesario el consentimiento del Parlamento Europeo. Una vez adoptada, la decisión entrará en vigor inmediatamente.
Contexto
En virtud de las propuestas de la Comisión, los matrimonios podrán decidir qué legislación se aplicará a su divorcio, incluso aunque no tengan previsto separarse (europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do). Ello les ofrecerá mayor flexibilidad, previsibilidad y certidumbre jurídica y ayudará a proteger a los cónyuges y a sus hijos frente a unos procedimientos complicados, interminables y dolorosos.
Las propuestas están también concebidas para facilitar a los matrimonios internacionales un mayor control sobre su separación e impedir que los cónyuges más débiles puedan encontrarse en una situación desventajosa e injusta en los procedimientos de divorcio. Los tribunales dispondrán de una fórmula común para decidir qué legislación nacional se aplica cuando los matrimonios no puedan llegar a un acuerdo por sí mismos.
Las normas de la UE que rigen la cooperación reforzada establecen que todo país que no se haya unido a una solicitud podrá participar en ella en cualquier momento una vez se haya convertido en un acto legislativo, a reserva de un análisis positivo por parte de la Comisión (artículo 331, Tratado de Funcionamiento de la UE).
La Comisión presentó por primera vez en 2006 una propuesta para ayudar a los matrimonios internacionales, pero esta medida (llamada «Reglamento Roma III») no obtuvo el necesario apoyo unánime de los gobiernos de la UE.

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