Política social - 15-02-2010
Cerca de ochenta millones de ciudadanos europeos viven con riesgo de caer en la pobreza, sin recursos para cubrir sus necesidades más básicas. De ellos, 19 millones son niños. Cuando aún son imprevisibles las consecuencias a largo plazo de la crisis, la designación de 2010 como Año Europeo para la lucha contra la pobreza y la exclusión social persigue hacer realidad el derecho fundamental a vivir con dignidad, para lo que cuenta con un presupuesto de 17 millones de euros.
Se puede considerar que una persona tiene unas condiciones de vida digas desde el punto de vista económico cuando dispone de recursos financieros y de una vivienda, posee bienes duraderos y puede hacer frente a sus necesidades básicas. También es fundamental la integración en la sociedad, y que los niños dispongan de las condiciones y oportunidades necesarias para su pleno desarrollo. Aunque la crisis financiera agrava la situación, para el ocho por ciento de los europeos, no basta con tener trabajo para lograr salir de la pobreza.

España: impacto de la inmigración y el envejecimiento
La estrategia española pretende "adecuar crecimiento económico y bienestar social para conseguir reducir progresivamente las desigualdades sociales existentes y prevenir la exclusión social", e incide en el objetivo de garantizar "la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, la igualdad de trato y la igualdad de oportunidades para todos". España pone el acento en la inclusión social y en el impacto producido por el crecimiento de la inmigración y el envejecimiento de la población.

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