Una Oficina Europea de Apoyo al Asilo para garantizar un trato justo a los refugiados.

Lo esencial "En este momento, existen enormes desajustes en el modo en que los diferentes Estados miembros interpretan las leyes y directivas sobre asilo"
"Para algunos países, que están bajo presión, es importante sentir que están siendo apoyados y que sus problemas se toman en cuenta"

La Unión Europea recibió en 2008 más de 250.000 peticiones de asilo. Sin embargo, no todas se tramitaron de la misma forma, ya que cada Estado miembro aplica un sistema propio. Este mediodía, los eurodiputados votarán la creación de una Oficina Europea de Apoyo al Asilo, con sede en La Valeta (Malta), para armonizar estas prácticas y garantizar la igualdad de trato a los solicitantes. A partir de ahora, los refugiados recibirán un "trato justo", recalca la británica de Los Verdes y ponente parlamentaria sobre el tema, Jean Lambert.
Señora Lambert, ¿por qué necesita la Unión Europea una Oficina de Apoyo al Asilo y cuáles serán sus tareas?
La Unión Europea necesita esta oficina porque, en este momento, existen enormes desajustes en el modo en que los diferentes Estados miembros interpretan las leyes y directivas sobre asilo: desde países cuyo sistema casi nunca otorga el estatus de refugiado a otros que han desarrollado un sistema realmente competente.
Por tanto, el objetivo de esta iniciativa es ayudar a los Estados miembros a implementar estándares, de manera que los ciudadanos que necesitan protección reciban un trato justo. Esta es la razón por la que es especialmente urgente. Para algunos países, que están bajo presión, es importante sentir que están siendo apoyados y que sus problemas se toman en cuenta.
Un ciudadano iraquí tiene un setenta y uno por ciento de posibilidades de obtener protección en un Estado miembro y un dos por ciento en otro. ¿Será la Oficina de Apoyo capaz de armonizar estas diferencias en la Unión Europea?
La Oficina en sí misma no será suficiente, pero ayudará. Una de sus tareas concretas es intentar ofrecer información común sobre el país de origen de quienes piden protección.
Así, cuando un Estado miembro toma una decisión sobre los ciudadanos procedentes de Irak, Chechenia u otros países sobre los que sabemos que existen diferencias, esas personas sentirán que se les está tratando de una manera justa y no en función de las políticas concretas de ese país.
La Oficina de Apoyo tendrá su sede en Malta, lo que resulta bastante simbólico. ¿Cree que esto influirá en su perspectiva, y quizá ayudará a que se comparta la carga que supone este tipo de para los países fronterizos?
Creo que tenemos que ser muy cuidadosos, porque el hecho de que la Oficina tenga su sede en Malta no significa que se vea contagiada por la situación del país. Sabemos que Malta está bajo mucha presión y ha recibido a ciudadanos que son solicitantes de asilo y otros que no. Es verdad que en Malta han invertido un montón en su propio sistema de asilo, y están muy satisfechos de acoger esta oficina.
En parte, es también un símbolo para mostrar a los malteses que la Unión Europea es realmente solidaria con ellos. Pero, en cualquier caso, esta es una oficina de asilo para toda la Unión Europea.